La protección de las viviendas es una necesidad para muchos propietarios, que necesitan evitar los inconvenientes de la ocupación ilegal de la propiedad privada de inmuebles. Es una situación que acarrea trámites y gastos legales, para desalojar a los okupas, con suerte luego de meses de conflicto en los juzgados. Además, de gastos en daños y deterioro en la propiedad.
La legislación flexibiliza algunas condiciones para la ocupación ilegal, ya que según estudios privados, hay cerca de 100.000 viviendas ocupadas, afectando sobre todo Barcelona y Madrid y en segundas viviendas en el Mediterráneo y otras zonas.
Cómo prevenir okupas
El desalojo de okupas no es fácil, es una angustia que debe prevenirse, ya que se han dado casos de ocupaciones en residencias de los dueños y la policía ha advertido de prácticas habilidosas para realizar las ocupaciones ilegales hasta en viviendas nuevas.
La primera recomendación es alquilar la propiedad, para evitar que pueda invadirse. Al mismo tiempo, las cuotas de alquiler generan ingresos fijos mensuales. Las segundas residencias pueden alquilarse mediante contratos cortos por temporada.
Otra recomendación, es acudir a la casa o contratar para que se recoja la correspondencia, mantener limpio el jardín y las plantas. No es recomendable colocar avisos de venta o alquiler, es mejor contratar inmobiliarias.
Instalar sistemas de alarma puede ser una solución para espantar okupas; así como proteger las puertas con cerraduras de seguridad. Los circuitos cerrados y cámaras de 360° detectan intrusos con visión térmica o por movimiento y avisan al móvil, representando alta seguridad a precios asequibles.